Un sitio web puede requerir acciones puntuales de optimización para cubrir carencias, solventar aspectos que no se tuvieron en cuenta durante su desarrollo inicial, o simplemente mejorarlo.
Debemos analizar las necesidades del sitio y actuar en consecuencia para conseguir los resultados esperados. Entre los muchos aspectos a optimizar, centraremos nuestra atención en el diseño, la experiencia de usuario, el rendimiento web, la adaptación a dispositivos móviles y la optimización para redes sociales.